Antonio López, el ilustrador de moda que revolucionó el espíritu de los '70
Una revisión a la vida y obra de Antonio López, el prodigioso ilustrador y fotógrafo de modas quien ayudó a crear el espíritu de liberación de los '60 y '70
El peso de Antonio López en nuestra cultura ha sido difícil de calibrar. A pesar de ser tremendamente famoso mientras vivía, su figura se ha desvanecido, quizás en parte a su prematura muerte por complicaciones del Sida en 1987. Su partner creativo, Juan Ramos, muere por la misma causa en 1995, dejando el legado de su obra a su pareja, el artista Paul Caranicas.
Sólo en los últimos años se han hecho esfuerzos para que las generaciones más jóvenes conozcan y comprendan su influjo en el estilo y las actitudes de toda una era. Antonio se traslada junto a su familia desde Puerto Rico a “El Barrio” en el Harlem Latino cuando tenía 7 años. Es en este mismo sector, en El Museo del Barrio, donde en Noviembre del 2016 se exhibió “Antonio Lopez: Future, Funk, Fashion” . El 2012 fue lanzado el libro “Antonio Lopez: Fashion, Art, Sex and Disco”, por los hermanos Padilha y en octubre del 2017 se estrenó el documental “Sex, Fashion & Disco: Antonio López 1970”, dirigido por James Crump.
ANTONIO Y JUAN
Antonio López y Juan Ramos eran las personas detrás de la firma “Antonio”. Se conocieron estudiando en el FIT alrededor del año 60 y conectaron inmediatamente. En los inicios de forma amorosa y luego en una estrecha relación laboral y de amistad que los llevaría por el mismo camino toda una vida. Juan y Antonio se complementaban y se fundían como el ying y el yang. Mientras que Antonio tenia una creatividad sin límites y una destreza impactante para el dibujo, Juan era el director de arte, el que investigaba, el que contenía. Juan poseía amplios conocimientos en historia del arte y una visión esclarecedora sobre lo que acontecía cultural y socialmente en la época. Esa época que ellos expresaron y en cierta medida ayudaron a crear. Sin duda leían el zeitgeist
LA EXPERIMENTACIÓN DE LOS '60
Los '60 fueron tiempos de convulsiones sociales en Estados Unidos; se luchaba por los derechos civiles de los afroamericanos, por los derechos de la mujer, aparecía la píldora, nacía el concepto de juventud, se experimentaba con drogas. Los grupos contraculturales (hippies, beatniks, etc.) se reunían en la Bethesda Fountain en Central Park, muy cerca de donde ellos vivían. Este ambiente callejero, los permeaba con la efervescencia creativa de la bohemia. Dejaron atrás los estirados cánones al estilo Dior/Chanel, para abrazar de lleno la libertad y el movimiento.
Antes de terminar sus estudios en el FIT, Antonio ostentaba un trabajo con John Fairchild en Womens Wear Daily. A los seis meses fue levantado por The New York Times, donde por años ilustró la sección Fashion of the Times. Para mí, estos primeros dibujos son asombrosos, estaban encontrando su estilo por medio de la experimentación. Esto les dio libertad para tomar las más diversas inspiraciones. Desde el pintor cubista Fernand Léger, al artista y profesor de la Bauhaus Oskar Schlemmer. Ambos trabajando hacia la abstracción geométrica del cuerpo.
Por otra parte, la locura espacial de los '60, con el hombre pisando la luna, no les fue indiferente. Crean seres galácticos realmente hermosos con ojos tipo Twiggy. También hay mujeres avatar, con cuellos larguísimos. Estilos prestados del Op Art y del Pop Art no se quedaron fuera. Luego hacia 1967 podemos apreciar ilustraciones inundadas de psicodelia. El arte de Antonio estaba imbuido del espíritu de su tiempo.
ANTONIO Y COMPAÑÍA
Antonio siempre dibujó desde modelos en vivo, nunca desde fotografías. Sus lazos con estos maniquíes fueron definitorios en su arte y en su vida. Los modelos debían pasar eternas horas en el estudio posando en la forma requerida para que Antonio absorbiera su esencia. Generalmente el ritmo de trabajo era desde la tarde hasta altas horas de la noche, muchas veces seguido de una ida al mega hip club y restaurant Max Kansas City. Con esto, vida y trabajo se entrelazaban, advirtiendo tempranamente que para ser exitoso en los '60 se debía tener una vida igual de interesante que la obra. Comenzaba la cultura de la celebridad al estilo warholiano y Antonio sabía que si Andy tenía su séquito, él también necesitaba el suyo.
Y este lo armó pronto y de forma natural. Por su estudio pasaban Jane Forth, Cathee Dahmen, Sarah Baraz y Donna Jordan, además del make-up artist Corey Tippin. Era una época donde todo era originalidad y extravagancia, los elegidos eran personajes que sobresalían por su unicidad. Y esta buscada particularidad estaba conectada con sus visiones pluralistas sobre raza y género. Querían retratar una sociedad mas diversa, con la que ellos se sentían identificados al venir de una cultura latina y queer. Exploraban en estas mujeres las características que las hacían representar un nuevo canon de belleza atípica e intrigante.
LA LIBERACIÓN PARISINA
Esto llega a su cima cuando en 1969 se trasladan a París junto a ciertos miembros de su corte. Emigraron con el deseo de encontrar una mayor libertad sexual y racial que en el aún conservador mundo de la moda neoyorkina. Precisamente en ese momento, París volvía a florecer en el fashion system después de una década centrada en el Swinging London y el Nueva York heroinómano de Warhol. Es en esta ciudad donde conoce a sus musas definitivas; Jerry Hall, Grace Jones, Pat Cleveland. Ellas personificarán la actitud y el estilo más representativo del trabajo de Antonio.
En 1973, Warhol y su entourage también arriban en París para filmar L´Amour, infundiendo a la ciudad de una cultura pop americana que asombra a los parisinos con su glamour estrafalario. Recientemente un joven Karl Lagerfeld había sido apuntado director creativo de Chloé pero sin poder lograr la misma visibilidad que su eterno rival Yves Saint Laurent. Hasta que se relaciona con los “Americans”. Como recuerda Pat Cleveland “The group was Karl Lagerfeld, Antonio, Andy Warhol, Donna Jordan, Jane Forth, Corey Tippin and me. We were known as `the Americans´, and as we were with Andy, everyone expected us tu be a little bit wild”. Lagerfeld sucumbió a sus encantos y pronto Antonio estaba trabajando casi de forma exclusiva para él. Muchas veces no se les pagaba en dinero, pero Karl costeaba sus lujosas cenas, cuentas de hotel, exquisitas ropas y el estudio en Boulevard Saint-Germain donde vivían y trabajaban.
En esta época comienza a sacar sus Instamatics (cámaras low-cost que produjo Kodak desde el '63), imágenes donde logra capturar la esencia juguetona y decididamente sexy de todo su clan. Si en los '60 el lema era make love en los '70 se transformó en make sex. Son años cargados de lascivia donde Helmut Newton y Guy Bourdin bordeaban lo pornográfico en sus fotografías de moda. Antonio deja atrás su idealismo sesentero e inspirado en sus atrevidas musas, entra de lleno en su estilo más propio. Su típico color y movimiento pero ahora rebosante de erotismo; escotes, ropas ceñidas, caras excitadas, toqueteos, glitter y tacos altos. En este Paris, los “Americans” guiaban la vida nocturna y casi fundaron el mítico Club Sept, epicentro de la movida disco europea, donde también te podías topar con Yves Saint Laurent, los Jagger, Kenzo y el bailarín Nureyev.
DISCO NYC
Con su inmensa sensibilidad ante el zeitgeist, Antonio y Juan perciben que Paris se había institucionalizado. Vuelven a Nueva York en 1976, en el apogeo de la onda disco liderado por Studio 54. Su nuevo estudio en Union Square, se convertía en un epicentro creativo. Bill Cunningham y Jean Paul Gaude tenían estudios muy cerca y cruzando la calle se ubicaba The Factory en su nuevo sitio. En estos años se unieron a su círculo Andre León Talley, Paloma Picasso y la modelo Jane Thorvaldson. Desde 1981 comienza su colaboración con Anna Piaggi en la vanguardista revista Vanity, que fundía los mundos del arte moderno y la moda. Al día de hoy, un título de culto y altamente coleccionable.
LEGADO
En 1982 lanza su libro Antonio´s Girls en la legendaria tienda Fiorucci de Nueva York. Les otorga el cetro de su obra a sus musas, estas mujeres que descubría y moldeaba para que se convirtieran en estrellas. En palabras de Jerry Hall “I didn't really know what I looked like till Antonio. He drew me, not as I was, but as I should be”
En 1984 descubre que, así como muchos de sus amigos, estaba infectado con el virus del Sida. Muere tres años después a los 44. Pero su influencia dentro del mundo de la moda fue vasta. Diseñadores cambiaban sus colecciones al ver los dibujos de Antonio. Mujeres eran descubiertas y transformadas, para convertirse en íconos culturales. Como dijo Andy Warhol “He sees more than others, Lopez dwells beyond the limits of any commercial category he may have been placed in. Beyond his paper creations, Lopez can create and influence other entities”. Su persona franqueó los círculos fashion para influenciar en los modos en que toda una sociedad percibía lo bello. Añadió a nuestra percepción de lo cool y deseable toda una variedad étnica y sexual. Por todo esto, debemos seguir calibrando su enorme peso.