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«Queer British Art»: un análisis de la innovadora exposición del Tate Britain

Una revisión al concepto detrás de la muestra del Tate Britain junto a una selección de obras expuestas que conectan con la sexualidad en modo queer

La importancia de la exposición del Tate Britain de Londres «Queer British Art 1861-1967», no radica en su demostración de arte homosexual. La exposición toca tanto la historia del arte como una historia social y cultural respecto a nuestras concepciones sobre la sexualidad humana y sus diferencias. Por que «diferencias» es la palabra que grita esta exhibición y la justificación de elegir queer como título, cuyo significado original es «raro» o excéntrico». Esencialmente el adjetivo queer es un término elástico; no estructura, simplemente dice «alejado de la norma» y eso mismo es el statement de esta exposición y por supuesto, lo que la hace tan innovadora.

La exposición se enmarca en un periodo determinado de tiempo, comenzando en 1861, año en que la pena de muerte por sodomía es revocada en Inglaterra y 1967 porque es el año en que se descriminalizó el sexo homosexual en privado, entre hombres mayores de 21. Podríamos añadir que en 1863 Manet exhibió su Olympia dando comienzo al movimiento moderno y a las sensibilidades modernas respecto a la sexualidad (de hecho la obra causó escándalo porque retrataba a una famosa prostituta parisina desnuda).

Es muy interesante entender, como plantea la historiadora Laura Doan, que en el inicio de este periodo, los términos categóricos que tenemos hoy, como lesbiana, homosexual o bisexual, no existían. El sexo era un tema relacionado con los saberes del placer y no con el conocimiento científico. El comportamiento sexual humano era un ritual privado y nuboso, lleno de mitos y preceptos morales. Las personas con gustos alternativos vivían en una sexualidad fluida entre relaciones personales formales como el matrimonio, romances escondidos y amistades llenas de deseo.

La publicación de Alfred Kinsey (cuya historia cuento en este post) fue la primera en llegar al público masivo con información científica sobre el comportamiento sexual humano. Su impacto fue tal que es considerado el padre de la revolución sexual que se desató en la segunda mitad de los '60 y que continuó con el movimiento gay y feminista. Recorriendo este camino, como sociedad analítica que somos, nos vimos en la necesidad de clasificar estas nuevas formas que entraban en nuestra cultura de la mano del saber científico.

Pero ya en lo ’90 nacen los «Queer Studies», quienes critican los conceptos de identidad sexual argumentando que la inclusiva imprecisión del término queer, es esclarecedora y empoderadora, evitando la imposición de etiquetas. En palabras de Doan, «Una nueva generación de expertos en género y estudios sobre sexualidad, miran con recelo la fijeza de las etiquetas, favoreciendo la fluidez del espectro LGBTQ+ (lesbian, gay, bisexual, transexual, queer, plus). Tomo esto como un signo de que hemos recorrido el círculo completo en nuestro creciente entendimiento de lo poco apropiado de organizar el conocimiento sexual en términos de tipologías» 

Añado que el mismo Alfred Kinsey luego de sus 18 mil entrevistas, creó la escala Kinsey donde en el 0 eres 100% homosexual y en el 6 100% heterosexual, todo lo entremedio es un infinito de grises, de combinaciones únicas. Por lo tanto, la exposición del Tate une un pasado sin categorías con un presente en el que nos estamos liberando de ellas. Bello.

Acá les presento una selección de las obras expuestas, para ir dilucidando más sobre la historia y la sensibilidad del arte Queer.

THE BRIDE, BRIDEGROOM AND SAD LOVE. SIMEON SOLOMON. 1865

Este dibujo en tinta sobre papel fue exhibido por primera vez en la Dudley Gallery. La imagen y el título dejan en claro el sentimiento del novio que al parecer debe dejar con tristeza un amor de su mismo sexo porque se ha casado. Simeon Solomon fue un artista que tempranamente se alejó de los cánones clásicos del mundo académico para pintar caras jóvenes en un estado de anhelo sexual y alienación. En 1873, en la cumbre de su carrera, Solomon es arrestado en un baño público y acusado de intento de sodomía. El Manchester Guardian informaba que el pobre Solomon estaba sufriendo de una enfermedad y que su carrera pública estaba terminada. Al año siguiente es arrestado en París por «toqueteos indecentes». Siguió pintando hasta su muerte en 1905, pero estos escándalos lo convirtieron en un paria social muy parecido al famoso caso de Oscar Wilde, quien también está retratado en la expo.

THREE NUDE YOUTHS. WILHELM VON GLOEDEN. C. 1900

Von Gloeden era un fotógrafo alemán pero que logró gran éxito en Gran Bretaña. Vivió en Taormina, Sicilia, gran parte de su vida y es en esa cultura donde encontró la inspiración para su fotografía. Sus imágenes más conocidas para el público general eran retratos del campo siciliano y de sus personajes, pero las que realmente lo distinguen son sus series de jóvenes sicilianos, en poses griegas, en la ruinas de la Taormina antigua. A pesar de su belleza, estas imágenes resultan bastante perturbadoras, de hecho las exhibidas en el Tate son menos explícitas que otras, donde jóvenes entre 10 y 20 años son retratados mostrando sus genitales. La clara pobreza de la zona y la subyacente relación de poder entre el fotógrafo y sus retratados, dejan una sensación de explotación sexual.

SELF-PORTRAIT. LAURA KNIGHT. 1913

Cuando esta pintura fue exhibida se le criticó que era como el «ejercicio» de una obra, el crítico del Telegraph planteó la dificultad de que una mujer pintando a una mujer llegue a infundirle a su trabajo el encanto del «eterno femenino», esos ideales clásicos de la pintura académica. Hace eco de la preeminencia de la feminidad pintada desde la mirada masculina en la historia del arte y eso es precisamente lo que Laura Knight busca revertir. En la imagen no solo muestra un desnudo femenino sino que muestra a una artista con una modelo desnuda y en el proceso de su cuadro. En sus primeros estudios de arte en Nottingham le fue prohibido pintar modelos vivos debido a su género. Solo cuando se trasladó con su marido a Newlyn en 1907 pudo transgredir las barreras y contratar modelos o pintar amigas como Ellen Naper en este cuadro. Su gesto radical la hace asumir su estatuto de artista profesional. En 1936 fue la primera mujer en la historia en ser admitida en la Royal Academy.

MADGE GARLAND. CECIL BEATON. 1927

Acá nos encontramos con dos personajes de la escena fashion londinense. Por un lado el gran Cecil Beaton, quien tuvo relaciones con hombres y mujeres y cuyo trabajo es fundamental en la moda y sociedad de la primera mitad del siglo XX. Por el otro, Madge Garland quien comenzó su carrera en Vogue como recepcionista para convertirse en unos años en una influyente periodista de moda. La imagen es de una modernidad exquisita, ella, hija de los ’20, con corte a lo garcon, perlas y brillos y como fondo una especie de cuadro estilo Art Decó. Garland vivía con su amante Dorothy Todd, la segunda editora del British Vogue y quien transformó a la revista en un bastión de la vanguardia. Ambas dejaron la revista cuando Condé Nast, debido a otros problemas, las amenazó de hacer público su estilo de vida. Las relaciones entre mujeres nunca fueron penadas por la ley en Inglaterra, pero sí eran blanco de la desaprobación social.

IZZY ORTS. EDWARD BURRA. 1937

Este cuadro de Burra retrata la bullente vida nocturna del Izzi Orts, un dance hall ubicado en el puerto de Boston, famoso por su banda de jazz, bailes modernos y mix social. Este era el segundo viaje de Burra a USA, quien se fascinaba por el mix racial de la vida nocturna en ciertos lugares del país. Por su mismo carácter underground, la cultura homosexual daba pie para encuentros interraciales que no eran posibles en la sociedad heteronormativa. La vida bohemia del puerto atraía a muchos marinos en licencia, varios de ellos afro-americanos. Los marineros y sobre todo los de la US Navy con sus trajes ajustados y sus cuerpos musculosos, representaban un fetiche sexual tanto para hombres como para mujeres.

SELF-PORTRAIT. HANNAH GLUCKSTEIN O GLUCK. 1942

En este auto retrato vemos un ser andrógino cuya mirada desafía directamente al espectador, no hay temor en confesar lo que se es. Esta artista nacida Hannah Gluckstein pronto quiso llamarse solo Gluck, sin prefijos, asumiendo una identidad queer. De hecho cuando la Fine Art Society imprimió su nombre como «Miss Gluck», ella amenazó con renunciar. En este retrato la vemos con su corte Eton y vestida de forma masculina, mucho tiempo despúes de que fuera una moda usada por la vanguardia artística. Fue una mujer totalmente original, determinada y con carácter. Tuvo dos relaciones importantes en su vida. Desde 1944 hasta el fin de sus días vivió con su pareja, Edith Shackleton Heald.

CLEANLINESS IS NEXT TO GODLINESS. DAVID HOCKNEY. 1964

David Hockney es el artista más joven incluido en la exhibición. Un grande del arte contemporáneo británico quien vivió en una época de cambio frente a la homosexualidad y expresó la propia de forma bastante más abierta. Tanto la Lucha como deporte y luego el fisicoculturismo creciente después de la II Guerra, fueron reductos en donde la homosexualidad quedaba encubierta. Nacieron revistas dedicadas al tema como la Physique Pictorial (de donde Hockney rescató la imagen de este cuadro) donde hombres se podían deleitar mirando cuerpos fornidos. El cuadro muestra la desnudez del «macho», de forma sugerente, detrás de una cortina de baño junto a un charco que parece ser eyaculado. El título de la obra alude a esloganes de publicidad y moralidad. La técnica, la estética y el enfoque abren paso al arte contemporáneo.