Durante 30 años Yves mandó estas cartes de voeux a sus clientes y amigos cercanos con los mejores deseos

En el Jardín Majorelle en Marrakech, en una pequeña salita, a un costado del alucinante jardín, se encuentra la Galerie LOVE. En este espacio se muestra la colección de tarjetas de fin de año o cartes de voeux que Yves Saint Laurent creó entre 1970 y el año 2000. Sólo el año '78 y el '93 se privó de mandarlas, a ellos se refería como «the years without love»

En todas las tarjetas hay dos elementos infaltables; el año en que fueron enviadas y la palabra Love. Yves Saint Laurent las mandaba a sus clientes y amigos más queridos. Las tarjetas son realmente fascinantes, no solo por sus juegos de colores y su impronta gráfica, sino también en cuanto muestran otra faceta creativa de este genio de la couture.

Para Saint Laurent, el concepto de amor y su símbolo el corazón, siempre fueron primordiales. Una de sus grandes frases era «without an elegance of the heart, there is no elegance». Pierre Bergé cuenta en una entrevista con la revista Número, que todo comenzó en 1962 con la primera colección de la recién fundada Maison Yves Saint Laurent. Para uno de los vestidos crearon un prendedor de fantasía que consistía en un corazón asimétrico con una gran piedra roja incrustada. Como ninguna otra joya que haya creado, ésta la guardó para siempre como un talismán. De a poco el corazón comenzó a convertirse en uno de los símbolos de la maison.

Cada año los motivos de la tarjeta estaban imbuidos de las inspiraciones de Yves y del mundo que lo rodeaba. Las que creó en los '70 están plagadas de serpientes, un símbolo que lo apasionaba, quizás desde su infancia argelina. En 1966 Pierre Bergé e Yves llegan por primera vez a Marrakech y quedan tan enamorados que se compran la primera casa que tendrán en esta ciudad. Curiosamente esta casa, comprada al anticuario indochino, Maurice Doan, se llamaba Dar el Hanch, la Casa de la Serpiente. Es evidente en estas tarjetas la influencia que obtuvo de sus constantes estadías en Marruecos.

El de 1972 es uno de mis favoritos. Representa perfectamente la fuerza del sol del norte de África junto con la sicodelia hippy que se vivía en la época. Además su composición es directa y abrazadora.

Es muy interesante también, entrever en estas tarjetas los conocimientos y el gusto de Yves por la historia del arte y el diseño. La del año '83, evoca los colores y las formas de Memphis Milano, la del '85 la elegancia gráfica del Art Deco y el de 1988 el sin sentido y el uso tipográfico del dadaísmo.

El uso del minimalismo y la abstracción de estas tarjetas de la década de los '80 es notable. El de 1986 me fascina, está hecho en modo collage, en una gráfica muy simplificada, pero a la vez muy identificable. Es la representación de la fuente del Jardín Majorelle, con el contraste del azul cobalto y el amarillo del sol penetrante. Yves y Bergé compraron esta propiedad en 1980. La calma que transmite el paisaje de la tarjeta de 1982 es excepcional.