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El Arte de Alexander McQueen: 7 looks extraordinarios

Una revisión a los siete looks más extravagantes creados por Alexander McQueen, desde su amor por Escocia a su visión del futuro en Plato´s Atlantis

De Alexander McQueen, definitivamente se puede decir que era un artista. Vasto ha sido el debate sobre si la moda es arte, pero en este caso particular, la sola conmoción que produce su obra se iguala al sentimiento que provoca la expresión artística. A esto se suma el nivel de destreza artesanal de sus creaciones y el escaso, o nulo, uso práctico de la mayoría de sus conjuntos de pasarela.

La de McQueen es una obra intrincada y compleja, que para comprenderla deben ser observadas con atención sus múltiples referencias, sus continuas obsesiones y su historia personal. Con una infinita curiosidad por el mundo y una prodigiosa imaginación construía colecciones con una potente narrativa donde constantemente se estaban empujando los límites de la moda, de la couture y sobre todo, de la belleza.

Jefferson Hack, fundador de la revista Dazed and Confused, plantea que el desafío constante de McQueen a las convenciones sobre la belleza nunca fue político, sino siempre punk. Su provocación nacía desde su propia anarquía, desde su profundo y complejo mundo interior. Él mismo dijo que podía encontrar la belleza donde las personas “normales” percibirían sólo fealdad.

Por esto, sus significados nunca eran unidireccionales, siempre en sus creaciones había un elemento híbrido, ecléctico, que abría diálogos. Continuamente jugó con los opuestos; fuerza y vulnerabilidad, pesadillas y sueños, lo que le da a su obra ese carácter tan potente y muchas veces, tan perturbador.

Como un romántico del siglo XIX, una de sus grandes pasiones y referencia obligada en la gran mayoría de sus colecciones fue la naturaleza. Él decía que de alguna u otra manera todo lo que hacía estaba conectado al mundo natural. Desde pequeño practicaba avistamiento de aves y ya en su vida adulta se hizo fanático del buceo. Todo lo asombraba dentro del mundo natural; la belleza, la complejidad y como no, su potente salvajismo.

Pero debió ser el infinito poder de transformación de la naturaleza, lo que más consternaba la mente de McQueen. Ese constante estado de flujo, de convertirse siempre en otra cosa, es lo que traducía en sus prendas y a sus usuarias, ya fueran sus modelos haciendo performance en la pasarela como parte de esa instalación artística que eran sus shows o bien, las mujeres que él se imaginaba vestir.

En los conjuntos que muestro a continuación, queda manifestada su devoción por el mundo natural que, sumado a su impresionante destreza artesanal y a su imaginación sin límites, generó looks absolutamente excéntricos y extraordinarios.

1. CHAQUETA CON CUERNOS DE IMPALA. IT'S A JUNGLE OUT THERE. AW 1997

Esta colección se presentó en el Borough Market en el sur de Londres; un ambiente callejero, público, crudo y sin pretensiones. Gente sentada en el piso, música electrónica y urbe. Y comienza esa ambigüedad tan propia de él, la referencia al mundo natural en contraposición a lo urbano.

Hay un sexiness potente, una animalidad literal. El maquillaje de las modelos rememora una impala, inspiración central de esta colección, ya que a pesar de su belleza es fundamental en la cadena alimenticia de África. Al nacer su muerte ya está próxima.

En la prenda que vemos en la foto se resume la dualidad tan propia de McQueen. Es una chaqueta de ponyskin donde los cuernos aparecen violentamente desde los hombros, rompiendo el cuero, transformando al usuario. El contraste comienza cuando nos fijamos que la chaqueta tiene un tailoring perfecto y un revestimiento de seda satinada, en contraposición a la rusticidad de la piel.

2. BODICE DE CUARZO. THE OVERLOOK. AW 1999

The Overlook es una colección absolutamente bella y romántica, pero con un dejo inquietante. El nombre hace referencia al hotel de El Resplandor, la agobiante película de Stanley Kubrick. Pero más que hacer alusión al horror psicológico del film, la narrativa se centra en la sensación de aislamiento y el crudo clima de la locación.

Todo sucede en un cubo de Plexiglas, donde el espectador queda fuera. Dentro de este, vemos un territorio congelado, con un par de árboles desolados. Las modelos comienzan a salir en medio de aullidos de lobos y el ruido del viento al pasar. A medio camino del final, bajo una luz ultra violeta, aparecen bailarinas de patinaje en hielo acompañadas de la canción de Al Bowlly, Midnight, the Stars and You, abriendo un momento sublime. Luego comienza una fuerte ventisca, lo que recuerda la escena final de la película. En ese minuto, con el ruido del viento, aparece este espectacular body de cuarzo que McQueen le encargo al artista Kees van der Graaf.

3. ABRIGO DE PELO. ESHU. AW 2000

Eshu es el nombre de una deidad adorada por la cultura africana Yoruba. En esta colección nos encontramos con nociones sobre primitivismo, cultura sub-sahariana y colonialismo. Las modelos caminan al compás de tambores tribales.

Cerca del final aparece la modelo brasilera Raquel Zimmermann, musa de McQueen y eterna compañera en sus más locas proposiciones. Trae un abrigo confeccionado con cientos de loops de pelo sintético. Con esta imagen nos encontramos con el lado más perturbador de las creaciones de McQueen. Y no solo por su uso de pelo, sino porque si miramos con atención, el pelo negro esta entramado con canas. Hay una meditación sobre el efecto del tiempo y sobre nuestro inexorable camino hacia la vejez y la muerte.

La sola imagen de este enorme abrigo que le da un peso enorme a su usuaria, da una sensación bastante terrorífica que claramente nos empuja a cuestionarnos los límites de lo que es bello.

4. VESTIDO DE CONCHAS DE NAVAJUELAS. VOSS. SS 2001

Voss es un punto álgido en la carrera de McQueen y en la manifestación de su visión. Los espectadores esta vez tuvieron que esperar más de media hora sentados frente a una gran caja de vidrio/espejo viendo su propio reflejo. Piso de baldosas blancas y muros que no permitían a las modelos ver a la audiencia, emulaban un hospital psiquiátrico. Al prenderse las luces comienzan a aparecer las modelos con cabeza y cara vendadas, representando estados de locura y privación de libertad.

La idea del vestido de navajuelas, nace cuando Lee visita la playa de Norfolk con un amigo. En la orilla del mar yacían cientos de conchas vacías, su ciclo de vida había terminado. McQueen conmocionado por esta imagen, las recoge y crea este vestido (además de faldas y bodices con otros tipos de conchas) imbuyéndolo con las mismas connotaciones de transformación. En un bello acto de performance, la modelo Erin O´Connor, comienza a sacarse las conchas, a romper el vestido, haciendo alusión a que toda vida debe extinguirse para que continúe el inevitable camino de la evolución.

5. VESTIDO DE PLUMAS DE AVESTRUZ. VOSS. SS 2001

Este conjunto que cierra el desfile es interesantísimo. La falda, de plumas de avestruz teñidas rojas y negras, da una sensación de liviandad y erotismo, lo que pone en absoluto contraste el cuerpo del vestido confeccionado con dos mil slides de microscopio pintados a mano de rojo sangre. Un material absolutamente excéntrico y extraño al mundo de la moda.

Estos slides de delgadísimo vidrio, son utlilizados por los científicos para sostener el objeto que será examinado bajo el microscopio. En el uso de estos surge un paralelismo con el arte de la alta costura, cuyos procesos muchas veces son invisibles al ojo normal, hay un afán por magnificar lo escondido. A su vez, el color rojo sugiere el escrutinio médico, su control sobre la vida y la muerte, sobre la locura y la sanidad.

Sin embargo y siguiendo con la hibridez de McQueen y sus múltiples interpretaciones, este conjunto fue usado por Bjork en el escenario en su tour por Estados Unidos el 2001, dándole un nuevo sentido. A medida que la artista se movía al compás de su música, los slides se transformaban en instrumentos de percusión.

6. VESTIDO DE PLUMAS DE FAISÁN. THE WIDOWS OF CULLODEN. AW 2006

The Widows of Culloden es un desfile realmente asombroso y de una profunda belleza, el nivel de artesanía es impactante y la música genera una atmósfera dramática y romántica. La narrativa de esta colección es una continuación a The Highland Rape, donde también se trata la invasión inglesa a Escocia, pero desde la brutalidad y la violencia. Esta nueva interpretación se siente más bien como un tributo emocional al pasado.

El vestido que muestro está formado por miles de plumas de faisán, su uso evoca el deporte de los Lord Ingleses en la Escocia conquistada, que consistía en cazar estos pájaros. La silueta del vestido hace referencia al periodo tardo victoriano y representa también, la obsesión de McQueen por el torso femenino, que siempre destaca.

7. CONJUNTO DE LENTEJUELAS IRIDISCENTES. PLATO’S ATLANTIS. SS 2010

Manifestando la viva imaginación de McQueen, el último desfile que presentó antes de morir, concibe un futuro donde los océanos han aumentado su nivel debido al derretimiento de los polos, provocado por el cambio climático. Frente a este nuevo mundo la humanidad ha debido adaptarse y evolucionar, volviendo a sus inicios anfibio/reptilianos. El nombre de la colección hace referencia a la legendaria isla descrita por Platon, que se hundió en el océano, hace miles de años, sepultando una civilización entera.

Sarah Burton, actual directora creativa de la casa McQueen, y por largo tiempo su mano derecha, señala que esta colección es de una real perfección en la ejecución de cada una de sus piezas. Hay una innovación en silueta, en el uso de prints digitales renderizados para cada pieza y también en la forma en que se presentó el show. Fue una presentación multi-media en colaboración con el fotógrafo y promotor del fashion film, Nick Knight y fue el primero en ser transmitido en vivo por internet.

El desfile cierra con este conjunto elaborado a partir de miles de lentejuelas iridiscentes representando la luz emitida por las medusas. La pasarela comienza con looks en colores terrosos y patterns emulando insectos, representando una humanidad aun conectada con el elemento tierra. Pero a medida que avanza el desfile, aparecen los colores azules y finalizando conjuntos que rememoran una medusa, aludiendo a un ya concluido proceso de evolución hacia el mundo acuático.